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hidroponia

Prolongando la vida de las cosechas usando atmósferas controladas.

Comprar frutas y verduras que vienen de todas partes del mundo en la comodidad de nuestro supermercado local es una proeza de la tecnología en logística.

 

Al tomar una fruta que viajó cientos de miles de kilómetros, no pensamos en la complejidad que implica llevarla hasta el consumidor final en el mejor estado posible.

 

Las frutas y verduras son ingredientes perecederos, esto quiere decir que conforme pasa el tiempo y se exponen al oxígeno, se empiezan a degradar y a perder nutrientes.

 

La industria alimentaria tiene un porcentaje de desperdicio muy alto, desafortunadamente se calcula que entre el 30% y el 50% de la comida que se produce en el mundo se echa a perder antes de llegar al consumidor.

 

Es lógico pensar que no van a llegar las frutas y verduras si consideramos el viaje tan largo que deben emprender estos productos, pero la tecnología avanza a pasos agigantados y con ella, la posibilidad de extender la vida de las cosechas.

 

Estas tecnologías post-cosechas son las atmósferas modificadas y las atmósferas controladas. El objetivo de estas tecnologías es simple, no podemos evitar que las frutas y verduras se descompongan, pero sí podemos retardar al máximo el proceso.

 

La forma de retardar la descomposición de frutas y verduras es conservarlas en un ambiente en el que se puedan nivelar los niveles de oxígeno y dióxido de carbono buscando disminuir la oxidación y controlar los gases que estos vegetales producen de forma natural al respirar.

 

También se usa el ozono para inhibir el crecimiento de microorganismos que degradan las frutas y verduras. El sistema que se va a elegir depende de para que se quiere utilizar y el tiempo que se tendrá que almacenar.

 

En una atmósfera controlada convencional, se baja el oxigeno y se incrementa el dióxido de carbono para permitir que la fruta almacenada respire y modifique la atmósfera hasta el punto necesario. Aunque lograr las concentraciones adecuadas puede tomar muchos días, por ejemplo, las manzanas tardan 10 días.

 

Una atmósfera controlada rápida se logra al sellar la cámara de almacenamiento y bajar las concentraciones de oxígeno inyectando nitrógeno o mediante generadores de atmósferas controladas. Este método es el más utilizado para conservar productos como aguacate, pera, manzana, col, tomate, espinacas, zarzamora, cebollas, entre otras.

 

En una atmósfera controlada de ultra bajo oxígeno se busca disminuir este gas al máximo ya que esto permite prolongar la vida post-cosecha para preservar la calidad de los productos.

 

El oxígeno se controla cuidadosamente para conservación prolongada de manzanas, peras, blueberries y kiwis.

 

Otra tecnología son las atmósferas controladas con altos niveles de dióxido ce carbono, estos niveles se combinan con bajas temperaturas durante 2 a 4 semanas para lograr el ambiente ideal.

 

Algunos productos hortofrutícolas necesitan bajos niveles de etileno que, en almacenamiento, pueden alcanzar concentraciones de 500 a 1000 ppm, por lo que los niveles se llevan hasta 1 ppm manteniendo mayor firmeza que en una atmósfera controlada convencional, aunque este método no se usa mucho.

 

En una atmósfera controlada de sistema de control dinámico se mantienen los niveles de oxígeno en los niveles mínimos que aguanta la fruta y estos son monitoreados todo el tiempo por sensores que hacen los ajustes necesarios.

 

Es importante conocer las condiciones que requiere cada fruta y verdura para dar a cada una las condiciones necesarias.

 

Por ejemplo, los aguacates necesitan una temperatura de entre 5 y 13 grados centígrados, niveles de entre 2 y 5% de oxígeno y de entre 5 y 10% de dióxido de carbono.

 

Purfresh tiene avanzados sistemas de atmósferas controladas que buscan resolver el problema de los altos porcentajes de comida que se echan a perder en el mundo para hacer más sostenible a la industria alimentaria.

 

La solución de Purfresh para contenedores combina y controla todos los elementos de una atmósfera, como oxígeno, dióxido de carbono y ozono, así como la temperatura, monitoreando todo esto en tiempo real.

 

Las necesidades de cada fruta y cada vegetal son diferentes y su vida útil lo es también, así como los elementos a los que son susceptibles, como moho, exposición al frío, sensibilidad al etileno, entre otras.

 

Las atmósferas controladas de Purfresh dan la flexibilidad de cumplir con estas necesidades para preservar el valor nutricional y extender la vida útil de las hortalizas.

 

Las atmósferas controladas de Purfresh tienen el objetivo de impactar positivamente la conservación del suministro de alimentos del mundo, ya que usarlas resulta en frutas y verduras más frescas, sanas y seguras.